Caldera Blanca

Punto de partida: Parking a 1 km de Mancha Blanca.
Dificultad: Fácil, no olvidarse del agua.
Tiempo total: 3h con paradas
Desnivel en subida: 290m.

Ruta dentro del Parque Natural de los Volcanes, formado en las erupciones volcánicas entre 1730 y 1736.  En un cruce de caminos en la carretera Mancha Blanca-Timanfaya parte una pista que en unos 700 metros presenta un ensanchamiento en el que aparcamos el coche. Un sendero bien delimitado serpentea entre las oscuras lavas basálticas procedentes del Volcán de Montaña Colorada. Salida hecha en compañía de mis padres, sobrino e hijo.

Delante nuestro, Caldera Blanca.

Tras dejar al pequeñajo un rato estirar las piernas, es hora de subirlo a la mochila, un poco a su pesar.

Dejamos atrás Montaña Caldereta, que junto con Caldera Blanca constituyen lo que se denomina "islotes", terrenos no afectados por las coladas en las erupciones de Timanfaya. En el acceso a su caldera encontramos varios restos de pequeñas chozas de piedra natural construidas por los cabreros de la zona.

El camino empieza a ganar altura por las laderas de Caldera Blanca.

Y no cuesta mucho llegar a la perfieria de la caldera...

...donde impresiona el extenso y oscuro manto de lava que acaba en el mar y del que emergen multitud de volcanes.

Para llegar a la parte más alta de la caldera, tenemos que rodearla en la mitad de su periferia, lo cual nos lleva un rato puesto que el diámetro de ésta supera el kilómetro.

Cima de Caldera Blanca, 458m. amplias vistas hacia el Parque Nacional de Timanfaya.

El viento de la cima despierta a mi hijo en la mochila, a sí que decido no parar mucho tiempo para que se vuelva a dormir, y si no se duerme me va a pedir andar...así que en cuanto llega mi madre empiezo bajo a reunirme con mi sobrino y el abuelo que se han quedado esperando algo antes de la cima.