Croquis tomado del libro "Las 50 mejores ascensiones del Valle de Tena" de Enrique Villasur y Julio Armesto. Editorial Barrabés
Punto de partida: Balneario de Panticosa, 1640m. Desnivel acumulado en subida: 1300 m. Dificultad: Corredor Oeste, AD+ (III+), 200m desnivel, tramo inicial 65º. Nieve en condiciones primaverales. Tiempo de subida: Contando paradas y nieve en malas condiciones: 4h. de aproximación a la base del corredor. 4h. en corredor. 5 horas en bajada.
Tras una ola de calor africano que ha dejado altísimas temperaturas en toda España, totalmente anormales para estas fechas, nos acercamos el Domingo 10 de Abril al Balneario de Panticosa. No son las mejores condiciones para hacer un corredor, pero hace dos semanas que fracasamos por mal tiempo cuando estábamos en la misma base, y la verdad, le tenemos bastantes ganas. No obstante, dan una bajada de temperaturas para el Domingo, así que decidimos probar suerte, y algo antes de las 5.30 estamos subiendo por el GR-11 que desde el Balneario de Panticosa busca los ibones de Bachimaña. Desde el primer embalse de Bachimaña, 2190, y cruzando la presa, subimos la pequeña colina en la que se encuentra el nuevo refugio de Bachimaña. La ubicación del futuro refugio a 2200 m. no la podían haber elegido mejor, las vistas son espectaculares.
Desde el refugio no es muy difícil intuir la ruta al Serrato, ya que es el pico de la zona que más sobresale, con lo que nos dirigimos en dirección Este eligiendo el itinerario más conveniente. Las vistas sobre el macizo del Argualas-Garmo Negro son inmejorables.
A 2300m dejamos a nuestra derecha el pequeño ibón de Coanga, y empezamos a subir, hundiéndonos de vez en cuando hasta las rodillas o más en la nieve, por unas inclinadas laderas que nos dejarán encima del ibón de Xuans (2600). Aún no tenemos una visión del corredor que vamos a hacer, pero desde aquí la cara Oeste del Serrato aparece como una espectacular e infranqueable barrera pétrea. No hay que confundirse con el corredor que se ve a la izquierda, el nuestro está más a la derecha y llega directo a la cima.
Rodeamos el ibón de Xuans por su derecha, a los pies de Peña Xuans.
Y en breve se nos muestra el corredor en todo su esplendor, eso sí, muy poca nieve.
Al haber un corto tramo de mixto, y como tenemos muchas dudas del estado de la nieve, ya que hay tramos de nieve dura y otros de nieve blanda en la que te hundes bastante, decidimos encordarnos, a pesar de que cuando estamos en la base del corredor, éste no impresiona demasiado.
Primer tramo, a pesar de ser el más inclinado y con menos nieve, es el que nos resulta más seguro, dado que la nieve se encuentra dura.
Más adelante me encuentro algún tramo de nieve blanda junto a las rocas. Reunión, más vale ser prudentes.
A mitad del corredor ya empieza a dar el sol, y la nieve está cada vez peor. No da seguridad, y surge contínuamente el dilema de si quitarnos la cuerda para no andar perdiendo el tiempo y tirar para arriba antes de que se ponga peor o seguir metiendo seguros. Además, para meter seguros hay que acercarse a la roca, donde aún te hundes más en la nieve. Por todo ello, pasa el tiempo muy rápido, y en los últimos metros nos quitamos la cuerda y tiramos por roca, que en comparación con esa mierda de nieve es un auténtico placer.
Llegamos a cima a eso de las 13.30. Soledad absoluta en kilómetros y unas vistas inmejorables.
Argualas, Garmo Negro.
Vignemale.
Ahora queda una entretenida cresta por la vía normal. Abajo, a la derecha, la salida del corredor.
Pala final del corredor. Nuestras huellas a la izquierda junto a la roca. Hay unas huellas antiguas a la derecha, deben ser las de un contacto en Internet (Pedro) que había hecho el corredor el Martes y me comentó las condiciones en que estaba, incluso me envió fotos (Gracias!!).
La parte de cresta que hacemos no presenta grandes dificultades, algún tramo expuesto de nieve afilada, y algún pequeño destrepe (II-) pero la tenemos que prolongar
para evitar las inclinadas pendientes de nieve sopa en estado de máxima insolación que tenemos a nuestra izquierda (orientación Este) y por las que supuestamente tenemos que bajar. Cuando la pendiente ya no se hace peligrosa, y tras provocar algún pequeño alud con sólo poner un pie en algún sitio... ...abandonamos la roca (bastante rota, por cierto) y nos metemos en la nieve literalmente a bañarnos en ella hasta poco antes del Balneario de Panticosa... ...y sirva de ilustración la siguiente imagen...
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