miércoles, 28 de diciembre de 2005

URBIÓN - Por el Valle de Urbión

Punto de partida: 1045m. Pequeño aparcamiento a 5 kms. de Viniegra de Abajo dirección Viniegra de Arriba, La Rioja.
Desnivel: 1200m.
Tiempo de subida: unas 5 horas (condiciones invernales) contando paradas muy cortas para poner crampones.
Dificultad: F. Últimas laderas del Urbión (itinerario que seguimos, que no es la vía normal) 35º, nieve dura con tramos de hielo. Crampones y piolet.


Nuestra excursión empieza a unos 5 kms. de Viniegra de Abajo (867) en dirección a Viniegra de arriba, en la confluencia del río Urbión con el arroyo Hormazal (1045) lugar donde podemos dejar el coche. Un cartel indica 4 horas hasta la Laguna de Urbión. Desde aquí y hasta el Pico Urbión, el camino es fácil y no presenta dificultades de orientación , ya que prácticamente consiste en remontar el Río Urbión hasta la Laguna, y de ahí la subida normal al Pico Urbión se hace rodeándola por su derecha, o acometiendo la subida de forma directa (más inclinada y expuesta) que es lo que hicimos nosotros con ayuda de los crampones y el piolet.

Poco después de iniciado el recorrido, pasaremos por la Ermita de San Millán, 1130 metros, después de la cual nos encontraremos varios refugios, uno de los cuales ha sido ocupado por un ermitaño más bien joven que hace unos 4 ó 5 años llegó al valle y tras darle alguna reformilla a una de las casetas (que estaba en muy mal estado), se quedó allí a vivir.
Poco a poco se va abriendo el valle.

Dada la soledad que reina en estas montañas, los ciervos corren a sus anchas.

Con el Urbión de frente, e itinerario que hicimos. La última parte la hicimos así de directa por hacerla más amena, la ruta normal rodea la Laguna por la derecha.

Vista hacia atrás del hermoso valle que vamos dejando.

Y otro ciervo que anda por ahí despistado.
Otra vista hacia atrás, el día es espectacular, no hay una capa de nieve muy profunda, por lo que la progresión se hace cómoda, ...y lo mejor de todo ¡No hay nadie!...en todo el camino.

Rebasamos la pareja de tejos milenarios, otra mirada hacia atrás.
Y otra...

Una serie de barreras pétreas antes de llegar a la Laguna...

...y el Urbión se nos hace grande de repente...

Poco antes de llegar a la cima, la tranquilidad del día cambió y una nube con una ventisca infernal nos dificultó mucho la subida. No se veía más allá de 6 ó 7 metros, y pudimos subir gracias a que Javi lleva subiendo al Urbión desde los 7 años y ahora lo hace con los ojos cerrados, porque dentro de esa nube era imposible orientarse, a parte de que la sensación térmica debía de ser de unos -15ºC.
Foto desde la cima, en la que estuvimos estrictamente el tiempo necesario para que Javi se subiera a la roca y sacar esta foto, unos 25 segundos.

A la bajada paramos a saludar al ermitaño, el cual amablemente nos invitó a pasar a su morada y nos preparó un té calentito y buenísimo y nos estuvo contando sus teorías catastrofistas sobre el declive de la sociedad actual. Mientras, un gato persa salía y entraba de la caseta con total tranquilidad a pesar de la incomodidad del frío de Diciembre al atardecer y la humedad del valle completamente nevado. Una vieja y pequeña estufa era suficiente para dar ese acogedor calor que fue el culpable de que se nos hiciera de noche, pero valió la pena, ya que nos sentó de maravilla y teníamos los frontales para la hora y media que nos quedaba de bajada.