...SÓLO MONTAÑA: PEÑA TELERA

Interesante excursión en cuanto al itinerario en sí, ya que la senda discurre por un terreno muy abrupto, de grandes desniveles, precipicios, interminables paredes de roca, embudos, etc.
En general se hace rápido ya que el desnivel se salva de una forma muy directa. Se llega al hermoso ibón de Piedrafita a 1612m. (foto) a través de la pista que parte del aparcamiento (alrededor de 1350m.) de lo que es ahora la horrenda e infernal cárcel de animales de Lacuniacha (mal llamado parque de Lacuniacha) que al estilo Parque Jurásico ha vallado una porción de bosque para cobrar una cantidad desorbitada a aquellos que con toda su ilusión quieren que sus pequeños vean cuatro animales encerrados. Me gustaría entenderlo de otra manera, que quizás esté planteado como una reserva para proteger a esos animales...pero de verdad que no puedo, no creo que esas tremendas vallas tipo cárcel de alta seguridad que ví ayuden a conservar el medio ambiente.
En un corto paseo de poco más de media hora llegamos por pista al ibón, desde el cual señalo el camino aproximado:

Que visto desde otro punto de vista y en otra temporada (Diciembre, desde Panticosa) sería más o menos así:

Como quería estar de vuelta en Formigal pronto, hice la pista de noche, salí a eso de las 5.30, y con un poco de prisa rodeé el ibón y empecé a subir para que el amanecer me pillase lo más alto posible. Al final no resultó ser nada del otro mundo, pero tuvo su interés...

...y la canal por la que hay que subir es ésta (35º al final, la foto la hice de bajada, por eso tiene tanta luz) que tiene la ventaja de que es muy empinada y se hace altura muy rápido, y como desventaja que hay que tener unas buenas piernas porque en algunos tramos es gravera inestable que no permite una subida cómoda en muchos tramos, pero a su vez es una ventaja porque es la mejor manera de hacer músculo.

Una vez hecha la canal, llegamos a este collado 2385 m.

Merece la pena madrugar por la tranquilidad que te da la soledad en estos lugares, vas oyendo los sarrios corriendo por las verticales rocas encima tuyo, puedes sentir que te vigilan, alguna roca que cae y el eco que hace...pero no hay que asustarse, la posibilidad de que te caiga encima es muy baja. Desde este collado el camino se hace evidente, a través de estas inclinadas laderas, más hermoso no podía ser.

Y vas pasando por peligrosos embudos, con todo el precipicio a tus pies, es maravilloso, y no llega a dar miedo.

Cuando se acaba este camino a media ladera, hay una zona de trepada bastante fácil, del cual no tengo fotos por carecer de mayor interés y porque iba sólo y no tenía una referencia humana trepando.

Desde la cima, las vistas son tan amplias, y los tresmiles quedan tan lejos, que no me acabaron de convencer, además, por el sur venían unas nubes muy feas y estaba con algo de prisa.

Recuerdo que sería un poco antes de las 9.00, buena hora para estar en una cima.

Buscando la canal en la bajada

La bajada por la canal se hace muy divertida, todo lo contrario de lo que pensaba que sería en la subida (me imaginaba un descenso peligroso para las rodillas, e incómodo). Se baja bastante rápido y te da una estabilidad bastante grande aunque vayas saltando. Un buen par de bastones, y para abajo!! Por supuesto que hablo desde mi punto de vista, que considero que tengo la habilidad y soltura suficiente por este tipo de terrenos como para sentirme seguro en todo momento cuando voy rápido y no provocar la más mínima situación de riesgo ni para mí ni para los demás. Es evidente que si uno ve que desprende piedras y caen bastantes metros, debe moderarse y bajar más tranquilo por el posible paso de personas por abajo, y cuando vea a alguien subiendo deberá alejarse lo máximo posible de su trayectoria para evitar que una posible caida de una piedra no ruede hacia él, a parte claro está, de aminorar la velocidad.

Aquí subían unos por la izquierda, así que me fui a la pared de la derecha para continuar mi descenso sin molestar.

Vista de la canal hacia atrás, una vez bajada.

Camino de regreso, se puede coger algún atajo en la pista siempre que se haga con cuidado porque la zona está llena de senderitos que te llevan a todas partes y te pierdes, como me pasó una vez hace tiempo, esta vez ya me lo conocía.