domingo, 19 de febrero de 2012

Intento al Palomares II: a 30 metros de la cumbre


Punto de partida: Lagrán, 756 m, Sierra de Cantabria, Álava.
Desnivel acumulado en subida: 660m, a falta de unos 30-40 para la cima.
Tiempo total: 4h 45min en subida por terreno cerrado, caótico, mucha nieve e imposibilidad de seguir sendero y ruta normal. 2h descenso por terreno ya abierto.
Dificultad: la correspondiente a abrirse camino por vegetación caótica con mucha nieve.

Por segunda vez tras nuestro primer fracaso en el intento al Palomares por su ruta normal 6 días atrás, nos embarcamos de vuelta en la locura de encontrar paso entre el caos en que se convierte esta ruta de cara Norte con algo más de un metro de nieve acumulada durante la pasada ola de frío. Esta vez mi hermano no me acompaña, pero consigo engañar a un colega. Las condiciones son buenas, el día magnífico, la nieve se ha mantenido dadas las bajas temperaturas de la semana, incluso ha nevado un poco más, con lo que nuestra aventurilla va a seguir teniendo mérito. Dejamos el coche en el cementerio de Lagrán, y la Cruz del Castillo y el Palomares nos reciben en su máximo esplendor. Se ha ido algo de nieve en las cotas bajas, pero mejor no engañarnos, arriba sigue habiendo la misma nieve o puede que más...No obstante, somos optimistas y estamos seguros de que haremos cima, puesto que todo el camino que abrimos la semana pasada nos facilitará las cosas bastante.

Cima del Palomares, sigue igual de blanca y bonita que la semana pasada.
Seguimos la pista que tras varios desvíos a los que no hacemos caso, nos llevan a un cartel en algo más de una hora desde el pueblo (30-40 cms. de nieve incómoda), que nos indica Palomares a nuestra izquierda, momento en el que dejamos la pista para seguir el sendero que fácilmente se intuye adentrarse entre los matorrales. La parte baja ha perdido la nieve que aplastaba las ramas, y la verdad que en este tramo el recorrido es un idílico paseo invernal.

Se notan ligeramente nuestras huellas de la semana pasada, incluso más arriba, cuando la nieve aplastadora de vegetación empieza a abundar, nuestra marcha se hace notablemente más cómoda después de nuestro anterior arduo trabajo abriendo camino entre los matorrales.


Llegamos a una zona despejada, un pequeño respiro y descanso de tanta vegetación... La cresta del Palomares queda tan cerca encima nuestro...

Pero ahora tenemos que seguir por aquí...la semana pasada llegamos un poco antes del peñasco rocoso que sobresale a la izquierda, pero en este punto seguimos una ruta diferente, y que a nuestro entender parece coincidir más con el sendero.

No obstante, llegar a ese peñasco rocoso nos va a costar bastante sufrimiento...y algo así como hora y media con la nieve entre las rodillas y la cintura. Pasar debajo de pinos enterrados en nieve...


probar diferentes opciones entre la cerrada vegetación, caminar sobre bultos de nieve con la nieve hasta la cintura pisando ramas con la amenaza de enterrarnos...menos mal que la semana pasada nos dimos media vuelta, este tramo es el peor de todos con diferencia.

Entre el caos de ramas, bultos de nieve, etc., decidimos dirigirnos hacia un par de árboles grandes que sobresalen a unos metros. Respiramos aliviados ya que vemos marcas de gente que ha escrito sus nombres en los troncos de los 2 árboles, pero ahora nos toca pensar bien hacia dónde dirigirnos. Tenemos 3 posibilidades, y ninguna de las tres tiene muy buena pinta. Descartamos la de la izquierda, ya que parece que cada vez se cierra más. Pruebo la de la derecha, bufff, casi peor aún. Pruebo con la del centro mientras mi compañero lo hace con la de la izquierda. Muy mala pinta, tengo que pasar entre un árbol caído de dimensiones considerables y enterrado por la nieve, y después del árbol se ve aún más oscuro. Oigo a mi colega que por donde está él imposible, le grito que me siga pero no consigue ver por dónde tiene que avanzar, así que vuelvo a donde está él, y decidimos seguir por el de la derecha, que unos metros más adelante nos lleva al mismo sitio que el desvío del centro, ya que nos topamos con mis propias huellas. No nos va mal del todo y conseguimos salir por encima (derecha) del peñasco rocoso comentado anteriormente tras pelearnos seriamente con miles de ramas y nieve muy profunda. Una vez en terreno abierto tenemos dos opciones: descender un poco a nuestra izquierda para meternos en otro caos de vegetación y tratar de encontrar la vía normal, lo cual nos puede costar unas dos horas más, más otra para hacer cima, con el consiguiente riesgo de que nos anochezca de vuelta, o bien seguir hacia arriba por terreno despejado y aparentemente cómodo y probar suerte tratando de superar el muro rocoso que forma la cresta del Palomares...nos decantamos por esta última, ya que desde abajo no se ve tan mal, aunque conocemos la verticalidad de la parte superior de la cresta...

A pesar de que nos hundimos en la nieve por encima de las rodillas, avanzar por terreno despejado es una maravilla, y se gana altura rápidamente. A la izquierda del resalte rocoso el bosque caótico del que venimos. A la deracha (abajo), por donde pensamos que va el camino normal y que desechamos por rendirnos a la infranqueable selva blanca.

Por fortuna, avanzamos por una loma desde la que tenemos buenas vistas de parte de la Sierra de Cantabria...

...y con algo de zoom, una estampa inmejorable de la Cruz del Castillo. Hay dos personas en la cima. Me entra cierto remordimiento de no haber subido a la Cruz del Castillo, que no presenta tantas dificultades en su ascenso, pero enseguida se me va pensando que si estamos aquí es para conseguir esta cima, y no otra y que no se nos puede resistir.

Seguimos ganando altura...hasta que llegamos a la base del muro que forma la cresta. Conocemos esta zona de hacer la cresta hace 3 ó 4 meses, y sabemos que la cima está a escasos metros. Subo esta canal, a la que no me puedo acabar de asomar puesto que con los bastones no toco fondo en la nieve...

la vuelvo a bajar y me meto en el muro, empiezo a subirlo, imposible, me hundo hasta el fondo en nieve blanda y en ningún momento apoyo en nada, no hay lugar donde agarrarse, ni roca, ni ramas, nada, todo blanco, así que media vuelta tras casi 5 horas desde que salimos del coche.

Desde el muro, tras conseguir subir 4 ó 5 metros, hacia la canal.

domingo, 12 de febrero de 2012

INTENTO AL PALOMARES

Punto de partida: Lagrán, 756 m, Sierra de Cantabria, Álava.
Desnivel acumulado en subida: aprox.algo más de 600m, a falta de unos 60-80 para la cima.
Tiempo total: 4h en subida por terreno cerrado. 1h 40 min descenso por terreno ya abierto.
Dificultad: F. Mucha nieve.

Con la intención de hacer la travesía entre el Palomares y la Cruz del Castillo con nieve, salimos de Lagrán a las 10.00h con -6ºC. Nos apetece conocer La Sierra de Cantabria con nieve, y lo haremos empezando con la cima del Palomares...


...la cual poco a poco se va dejando ver...


La cima de la Cruz del Castillo ofrece una estampa inmejorable...

se ve parte de la zona por la que iremos, justo por debajo de la cresta cimera...

No puedo dejar de sacar fotos a la cima del Castillo,... se aprecia claramente la cruz de la cima. De fondo se entreve la cima de Larrasa, cota más alta de la Sierra de Cantabria.

Seguimos la pista sin desviarnos, y poco a poco se interna en el bosque.



11.00. Dejamos atrás un desvío (cartel) a Lagrán, seguimos de frente. Dejamos las huellas de un todo-terreno que nos ayudaban a avanzar algo más rápido.



En unos metros llegamos a este otro desvío, indica Palomares a nuestra izquierda...seguimos ahora el sendero que parte de la pista, cambiando el sentido de la marcha.



Aunque la verdad, hay nieve y el sendero hay que buscarlo, agradeciendo la ayuda de unas flechas rojas en los árboles.



Curiosamente, el peso de la nieve acumulada en la vegetación (boj y hayas) hace que ésta se combe y en muchas zonas el sendero se pierde...
Para abrirnos paso entre la vegetación, tenemos que golpear con los bastones en el mazacote de nieve, liberando peso a las ramas dobladas y volviendo éstas a su sitio

Pero el bosque nos lo quiere poner difícil, y por momentos se va cerrando más y más...



Por suerte no perdemos el sendero...



Otras veces hay que buscarlo...

o buscar alguna marca en los árboles...



La sacudida de la nieve en la vegetación se convierte a veces en una auténtica ducha de nieve, menos mal que tenemos los gore-tex con capucha...además, el piolet en la mochila estorba considerablemente, enganchándose en todas las ramas que puede.



Conforme ganamos altura, la cosa se va complicando puesto que el paquete de nieve que aplasta los árboles y arbustos es cada vez mayor...



De vez en cuando algún claro nos ofrece una bella estampa.



Por ahí abajo tenemos que seguir, arriba aparece la cresta del Palomares



El tiempo pasa, y hace ya un buen rato que hemos descartado la travesía hacia la Cruz del Castillo, puesto que no vamos preparados para pasar una noche en la nieve a -15ºC. A ratos perdemos el sendero, reptamos bajo auténticos colchones de nieve o incluso andamos sobre los bultos de nieve que entierran la vegetación, cubiertos hasta la cintura y pisando únicamente ramas sin llegar a tocar el suelo. No recuerdo el paisaje, he subido 4 veces al Palomares, y dos de ellas he bajado por aquí, y con este caos de nieve me resulta difícil ubicarme...
Por fin llegamos a una zona algo más tranquila, estos dos árboles me suenan ligeramente...


...y suponemos que tendremos que ir al collado que hay a la derecha de la roca con menos nieve...a la derecha, el Palomares


La selva blanca no acaba nunca, se hace tarde y avanzar cada vez cuesta más...




en un momento el "sendero" empieza a subir, la nieve cada vez es más profunda y la vegetación cerrada y ya no sabemos ni dónde está el sendero real ni si estamos subiendo bien o mal, así que poco antes de las 14.00 decidimos darnos media vuelta tras casi 4horas de aproximación a una montaña que sin nieve se sube en hora y media. No queríamos que se nos hiciera muy tarde por si a la bajada teníamos algún problema...aunque la verdad es que al tener el sendero trazado y abierto, bajamos en poco más de hora y media. Más o menos llegamos cerca del collado de la foto anterior